
Hernia de Disco
La columna vertebral, o columna vertebral, está formada por 33 vértebras que están separadas por discos esponjosos. La columna vertebral se divide en 4 áreas:
- Columna cervical
- Columna torácica
- Columna lumbar
- Columna sacra
La columna lumbar consta de 5 segmentos óseos en la parte inferior de la espalda, que es donde se produce la enfermedad del disco lumbar.
- Disco abultado. Con la edad, el disco intervertebral puede perder líquido y secarse. Mientras esto sucede, el disco esponjoso (que se encuentra entre las partes óseas de la columna vertebral y actúa como un "amortiguador") se comprime.
- Disco roto o herniado. A medida que el disco continúa rompiéndose, o con la tensión continua en la columna, el núcleo pulposo interno puede romperse y salir del anillo.
La mayoría de las hernias de disco ocurren en la columna lumbar inferior.
Causas de la hernia discal
Es causada por un cambio en la estructura del disco normal. La mayoría de las veces, ocurre como resultado del envejecimiento y el deterioro normal que ocurre dentro del disco. A veces, una lesión grave puede causar la hernia de un disco normal, así como también puede hacer que un disco ya herniado empeore.
Riesgos y complicaciones
Aunque la edad es el riesgo más común, la inactividad física puede causar que los músculos de la espalda y abdominales se debiliten, lo que puede no sostener la columna correctamente.
Los síntomas varían según el lugar donde se haya herniado el disco y la raíz nerviosa que esté presionando, entre los más comunes se encuentran:
- Dolor de espalda intermitente o continuo.
- Espasmo de los músculos de la espalda.
- Ciática: dolor que comienza cerca de la espalda o las nalgas y desciende por la pierna hasta la pantorrilla o el pie.
- Debilidad muscular en las piernas.
- Entumecimiento en la pierna o el pie.
- Reflejos disminuidos en la rodilla o el tobillo
- Cambios en la función de la vejiga o del intestino
Puede causar dolor de espalda y piernas que interfiere con las actividades diarias, así como debilidad o entumecimiento en las piernas y problemas con el control de los intestinos y la vejiga. Mantener un peso saludable, participar en ejercicio regular y tener una buena postura, puede disminuir el riesgo de enfermedad del disco lumbar.