
Fractura de rótula
La rótula es el hueso sesamoideo más grande del cuerpo con forma triangular y de forma plana. Se articula con la tibia y está en contacto con el fémur, y su función en la articulación es facilitar la extensión y flexión de la rodilla, actuando como fulcro para el tendón rotuliano, como se encuentra en la parte anterior de la rodilla cumple una función de parachoques, y por esta razón se producen la mayoría de las fracturas.
Causas

Directa: Se produce por el golpe directo en la cara anterior de la rótula o una caída fuerte sobre la rodilla, con frecuencia se presenta en deportes como el esquí, fútbol o rugby y accidentes de tráfico. Además, suele asociarse a otras lesiones como: fractura de meseta tibial, luxación posterior de cadera, fractura de la extremidad distal o diáfisis femoral.
Indirecta: Se presenta con menor frecuencia, llamadas fracturas por estrés, son causadas por un movimiento violento de tracción del cuádriceps sobre la parte superior de la rótula (avulsión por atracción violenta). Estas son las que causan mayor daño en el aparato extensor, por encima de las directas.
Clasificación
Transversal. Es la más frecuente y se suele producir por mecanismo indirecto. Normalmente se produce un importante desgarro de los alerones laterales de la rótula, que con la contracción del cuádriceps se separan.
Vertical o longitudinal. Estas son las menos frecuentes y se pueden producir en el medio de la rótula o como fracturas marginales.
Conminuta. Cuando la rótula por un traumatismo directo se queda en fragmentos.
Osteocondrales.